Breves de La Colada

Todo es sexo a mi alrededor... regreso a ver, Dadi Yanki (ni al man le importa como se escribe...), me quito los audífonos y "la vecinita tiene antojo"... exacerbar el antojo, ¿para qué? ¿Para que todo termine en lágrimas blancas?

Odio las novelas, todas en particular y algunas en general, no me explico por qué esos malditos escotes se siguen sosteniendo a pesar de nada... ¿es que a la larga nos traicionaste, newton?; odio los programas concurso por casi la misma razón y porque ¡vamos!, sabemos que no valen tres atados ni la producción ni todos los premios que ofrecen en conjunto, y peor por separado; no me quejo porque odie en general la televisión (por más que así lo parezca) ni porque tales imágenes me dejen al alza (habría que ser bagrero... aunque...); es simplemente que todo parece haberse quedado ahí, estancado... ¡una vez más!

Seamos sinceros: ¿no subiría el rating diez mil puntos si los productores admitieran lo obvio y en todos sus programas, desde los noticieros hasta los programas "infantiles", sacaran a sus presentadores desnudos y con todas sus "apetitosas" carnes en la mejor vitrina del mundo? ¿No sería mejor el mundo con un servicio de "sex delivery", como alguna vez lo imaginó Quino?

"Y en lugar de tanta novillada ¡carreras de sacos entre embarazadas!"

Chismes, rumores, comentarios... En fin, malos días. Más que eso, malas gentes.