Moloch
Hablemos de terror.
Voy a contar una historia que sé que es increíble, pero qué más me da. La historia es la historia, aunque se la eleve a leyenda o se la rebaje a mito.
Hubo, en las tierras antiguas de la Mesopotamia, el actual Oriente medio, un gran conjunto de civlizaciones que adoraban a un dios con cabeza de toro llamado Baal. Su nombre completo es Baal-Moloch. Este dios era llamado, entre otros nombres, "el dios de los ejércitos", y su fama era inmensa en esos tiempos, siendo el dios que más templos tenía, no por su poder para derrotar a los enemigos del pueblo que lo adorase, que era excesivo, sino por su maldad. Era un dios que exigía sacrificios humanos, de niños pequeños preferentemente, en toda civilización que lo tuviera por dios de cabecera. Era capaz de acabar con la civilización que no lo adorase (o que "adorase a otros diose fuera de él", si les suena familiar).
Durante cuánto tiempo fue oficialmente adorado por todo un continente se desconoce (en el antiguo testamento de la biblia como la conocemos nunca se lo dejó de adorar), pero como a toda tiranía le llega su hora, a este dios también le llegó. Los vasallos de este dios eran como él, humanos con cabeza de toro, minotauros corpulentos y sin alma. Como toda civilización que conoce de esclavitud conoce de resistencia, en esta se dio también, formándose grupos de humanos dispuestos a combatir con los vasallos de Moloch, sean de Minotauros o humanos, más impredecibles estos últimos.
Así es que, en una guerra sangrienta, los humanos ganaron (es probable que hayan sido ayudados por alguien, no se tienen datos pero sí sospechas, como en Grecia). A partir de ganada la guerra los humanos se liberaron de tan monstruoso y aterrador ser... pero seguían viviendo aterrados. Decidieron conjurar sus miedos celebrando peleas contra una especie que rumiaba mientras ellos sufrían de angustia. Y se inventó la tauromaquia.
De esta extraña historia se derivan las legendarias y abominables corridas de toros: los humanos seguimos tratando de conjurar nuestros terrores, arremetiendo contra animales que los representen, y que sepamos que podemos derrotar.
...Pero la historia no terminó ahí...
Voy a contar una historia que sé que es increíble, pero qué más me da. La historia es la historia, aunque se la eleve a leyenda o se la rebaje a mito.
Hubo, en las tierras antiguas de la Mesopotamia, el actual Oriente medio, un gran conjunto de civlizaciones que adoraban a un dios con cabeza de toro llamado Baal. Su nombre completo es Baal-Moloch. Este dios era llamado, entre otros nombres, "el dios de los ejércitos", y su fama era inmensa en esos tiempos, siendo el dios que más templos tenía, no por su poder para derrotar a los enemigos del pueblo que lo adorase, que era excesivo, sino por su maldad. Era un dios que exigía sacrificios humanos, de niños pequeños preferentemente, en toda civilización que lo tuviera por dios de cabecera. Era capaz de acabar con la civilización que no lo adorase (o que "adorase a otros diose fuera de él", si les suena familiar).
Durante cuánto tiempo fue oficialmente adorado por todo un continente se desconoce (en el antiguo testamento de la biblia como la conocemos nunca se lo dejó de adorar), pero como a toda tiranía le llega su hora, a este dios también le llegó. Los vasallos de este dios eran como él, humanos con cabeza de toro, minotauros corpulentos y sin alma. Como toda civilización que conoce de esclavitud conoce de resistencia, en esta se dio también, formándose grupos de humanos dispuestos a combatir con los vasallos de Moloch, sean de Minotauros o humanos, más impredecibles estos últimos.
Así es que, en una guerra sangrienta, los humanos ganaron (es probable que hayan sido ayudados por alguien, no se tienen datos pero sí sospechas, como en Grecia). A partir de ganada la guerra los humanos se liberaron de tan monstruoso y aterrador ser... pero seguían viviendo aterrados. Decidieron conjurar sus miedos celebrando peleas contra una especie que rumiaba mientras ellos sufrían de angustia. Y se inventó la tauromaquia.
De esta extraña historia se derivan las legendarias y abominables corridas de toros: los humanos seguimos tratando de conjurar nuestros terrores, arremetiendo contra animales que los representen, y que sepamos que podemos derrotar.
...Pero la historia no terminó ahí...
Comentarios
Saludos!!
a mí tampoco me gusta la tauromaquia, y mi propósito es revelar de dónde es que sale tan nefasta tradición. No me tienen que creer, pero piensen en esto: ¿cuántas veces, en la biblia como la conocemos, se menciona que ESE dios ama a la humanidak?