Un post con entereza

"Eres esa persona en la que Yo, yo sí creo,
que va a cambiar la ruta de los huracanes"

Para todos los que les da curiosidák y no se atreven a preguntar:

Hoy durante el almuerzo estaba cotejando con un pana sobre infancias. Como el pana es deportista me hablaba de cómo aprendió a manejar bicicleta. A su decir se le hizo lo más natural del mundo, como si la bici fuera una extensión de él. Yo, por mi parte, recordé que no tuve dificultad en aprender a manejar bicicleta; tuve dificultad en conseguir que alguien me enseñe. Esto es muy decidor dadas las repeticiones: recuerdo todo lo que tuve que rogar para que cuando era niño alguien me enseñe

-a amarrarme los zapatos -> me cansé de rogar y aprendí solo
-a cocinar -> si no quemaba algo capaz que aprendía solo
-algo de matemática avanzada (sí, yo era más raro que un perro verde... momento, aún lo soy) -> en respuesta, "eres muy chamo para esto, ya aprenderás cuando seas grande"
-a jugar fútbol -> pagando la novatada desde los 6 hasta los 10
-a nadar -> el método de la boa en los ríos del oriente hace maravillas
-a hacer aviones de papel bacanes -> debí bajarme un modelo de un chamo más alto que yo y estudiarlo para poder hacer un avión bonito... lástima que de ese tipo no volaban
-a usar herraientas -> he sido hábil con las manos para no quemarme, cortarme, etc.

...y así, larga es la lista. Yo creo mucho en el vínculo de la enseñanza. Esa bien pueda y es la mejor explicación de por qué no me siento vinculado a mi madre (y de por qué no siento nada por ella como la figura que representa), y se complementa conque siempre me sentí preso de su obsesión sobreprotectora, porque pa mí el amor y la libertad son sinónimos (aún me cuesta acomodarme pero ni modo, así es). Por eso, cuando tenga mis críos, he de recordar siempre esto que escribo (si es que los servidores sobreviven el suficiente tiempo, bastará con recordar que tengo un blog, jejeje). Si yo aprendí y sigo aprendiendo a ser libre, quiero que ellos lo sean también.

P. D.: este post se iba a llamar "Todo sobre -TU- madre"; noté que no estoy cabreado como para titularlo así. Adiós, señora.