"Ojos, pa qué los quierooooo...?!!!"
...y cual garras encrispó sus manos contra su cara y se los arrancó.
Escena ficticia; todavía tengo los míos, pero hubo un momento en la madrugada del domingo en que sí hubiera querido hacer tal atrocidad.
Relatemos: el fin de semana de locura, farra diaria. O más bien nochearia. Quedamos en ir al innombrable con un pana y su daimonion, a las 10. Instantes antes, entre tostadas iban a hacer pasteles y yo ponía el condumio, así que pasaron por el innombrable reclamando el material. Entramos. A barrer. Por eso es que odio llegar puntual, o peor, temprano. Como en las fiestas de los niños cuando te dan permiso para que vayas a las dos y regreses a las cinco, y vas a las dos a arreglar la casa de tu amiguito o amiguita.
Por suerte estábamos del ánimo para que nos dé igual, y aún entre videos de reggae y unas mezclas pésimas al principio (así de monótono debe ser el infierno), nos cagábamos de la risa, tanto antes como después de abordar air jamaica. Haciendo gala de soltura corporal (de esa de la que hablaba en un post anterior) bailé que me dio gusto. Inventaba, jugaba, me movía con los atributos monoides que se me atribuyen. Hicimos autostop para ver a unas señoritas que definitivamente sí la llevaban (sí les dara... y me repitara... hasta que me cansara XDDD).
Volvimos a la pista y la misma dosis de diversión autista: "me, me, me... me too". Oí rumores de que pronto aumentaría la compañía femenina, lo cual aprobé con alegre indiferencia. Pero al llegar... no abundaré en epítetos, sólo diré que lograron tumbar el vuelo de air jamaica. Lograron, en el embale dancístico que me hallaba, hacer que me siente.
Obviamente los tres nos dimos cuenta de lo atorrante de la situación, así que dada la una de la mañana del ya domingo, nos salimos de ahí, y con el sabor de la derrota decidimos que la noche moría ahí.
Como conclusión, me devuelvo al final de mi post anterior. No se diga más.
Escena ficticia; todavía tengo los míos, pero hubo un momento en la madrugada del domingo en que sí hubiera querido hacer tal atrocidad.
Relatemos: el fin de semana de locura, farra diaria. O más bien nochearia. Quedamos en ir al innombrable con un pana y su daimonion, a las 10. Instantes antes, entre tostadas iban a hacer pasteles y yo ponía el condumio, así que pasaron por el innombrable reclamando el material. Entramos. A barrer. Por eso es que odio llegar puntual, o peor, temprano. Como en las fiestas de los niños cuando te dan permiso para que vayas a las dos y regreses a las cinco, y vas a las dos a arreglar la casa de tu amiguito o amiguita.
Por suerte estábamos del ánimo para que nos dé igual, y aún entre videos de reggae y unas mezclas pésimas al principio (así de monótono debe ser el infierno), nos cagábamos de la risa, tanto antes como después de abordar air jamaica. Haciendo gala de soltura corporal (de esa de la que hablaba en un post anterior) bailé que me dio gusto. Inventaba, jugaba, me movía con los atributos monoides que se me atribuyen. Hicimos autostop para ver a unas señoritas que definitivamente sí la llevaban (sí les dara... y me repitara... hasta que me cansara XDDD).
Volvimos a la pista y la misma dosis de diversión autista: "me, me, me... me too". Oí rumores de que pronto aumentaría la compañía femenina, lo cual aprobé con alegre indiferencia. Pero al llegar... no abundaré en epítetos, sólo diré que lograron tumbar el vuelo de air jamaica. Lograron, en el embale dancístico que me hallaba, hacer que me siente.
Obviamente los tres nos dimos cuenta de lo atorrante de la situación, así que dada la una de la mañana del ya domingo, nos salimos de ahí, y con el sabor de la derrota decidimos que la noche moría ahí.
Como conclusión, me devuelvo al final de mi post anterior. No se diga más.
Comentarios
"lo siento loco lo siento!!! porque esto está peor que el hambre... ESTO ES ETIOPIAAAAAAA"