Estás farreando demasiado... tenrrás cuidado
Empezaré por confesar que nunca en la vida había farreado tanto... salir a semana seguida...! ¿Y a donde? "Y, vamos a un bar o algo", y el paradero favorito es el típico bar alternativo... y bueno, aprovechándome de mi situación, ni corto ni perezoso: "¡Vamosf!"
No cabe decir que me siento culpable de salir tanto (ese sentirse mal, la conciencia que le dicen, se queda con alguno de los padres cuando uno se muda, jejeje), más bien estoy sorprendido. Me he divertido mucho, esa monotonía que me carcomía ha desaparecido y he vencido uno de los principales temores que a uno le inculcan desde muy muy niño: bailar (o_O). "Hazlo a tu modo, con lo que tú quieras".
Un poco más sorprendente es el hecho de que no, no he necesitado beber alcohol para divertirme (hechos: uno, si me ponen cerveza bebo cerveza, aunque odio la cruda que deja al siguiente día, no como otros alcoholes sí puedo estar rechazando; y dos, las estupideces más legendarias las hace uno de sobrio). No apoyo la farra sana... ni la farra enferma. Lo que sí odio es esa maldita resaca que, curiosamente, no le da a uno cuando no bebe. Naturalmente, uno puede culparle al "no me acuerdo de naaa" cuando le salió cualquier cosa mal, principalmente un levante. Ahora, si sale bien y el objetivo a levantarse te gustó, y estabas en pleno auge etílico, y al otro día no te acuerdas... loco/a te la/lo perdiste. ¿No es eso una verdadera lástima? Cuando vas con la intención de agarrarte con alguien el alcohol te da +10 de audacia... que suele faltar en sobriedad, lo admito por mí y por muchos. Cuando vas sobrio la sobriedad de da +10 de astucia... que al fin y al cabo es mejor: si logras tu cometido, tu "víctima" está asegurada para alguna otra aventura, y con agravantes: si tu "víctima" está moderadamente encendida quien sabe donde podrá terminar todo ("la noche es joven, y virgen..."); y si tu "víctima" reacciona mal puedes, benévolamente, acusarle de los efectos del alcohol... ¿Es o no es un plan sin fallas?
También cabe la posibilidad de divertirte por divertirte. Actualmente es la que más me gusta. La cacería está pal cazador, y puede frustrar y traer impresionantes ridículos. La diversión per sé no acaba.
P. D.: "Yo no me llamo Javier..." jajajaja
No cabe decir que me siento culpable de salir tanto (ese sentirse mal, la conciencia que le dicen, se queda con alguno de los padres cuando uno se muda, jejeje), más bien estoy sorprendido. Me he divertido mucho, esa monotonía que me carcomía ha desaparecido y he vencido uno de los principales temores que a uno le inculcan desde muy muy niño: bailar (o_O). "Hazlo a tu modo, con lo que tú quieras".
Un poco más sorprendente es el hecho de que no, no he necesitado beber alcohol para divertirme (hechos: uno, si me ponen cerveza bebo cerveza, aunque odio la cruda que deja al siguiente día, no como otros alcoholes sí puedo estar rechazando; y dos, las estupideces más legendarias las hace uno de sobrio). No apoyo la farra sana... ni la farra enferma. Lo que sí odio es esa maldita resaca que, curiosamente, no le da a uno cuando no bebe. Naturalmente, uno puede culparle al "no me acuerdo de naaa" cuando le salió cualquier cosa mal, principalmente un levante. Ahora, si sale bien y el objetivo a levantarse te gustó, y estabas en pleno auge etílico, y al otro día no te acuerdas... loco/a te la/lo perdiste. ¿No es eso una verdadera lástima? Cuando vas con la intención de agarrarte con alguien el alcohol te da +10 de audacia... que suele faltar en sobriedad, lo admito por mí y por muchos. Cuando vas sobrio la sobriedad de da +10 de astucia... que al fin y al cabo es mejor: si logras tu cometido, tu "víctima" está asegurada para alguna otra aventura, y con agravantes: si tu "víctima" está moderadamente encendida quien sabe donde podrá terminar todo ("la noche es joven, y virgen..."); y si tu "víctima" reacciona mal puedes, benévolamente, acusarle de los efectos del alcohol... ¿Es o no es un plan sin fallas?
También cabe la posibilidad de divertirte por divertirte. Actualmente es la que más me gusta. La cacería está pal cazador, y puede frustrar y traer impresionantes ridículos. La diversión per sé no acaba.
P. D.: "Yo no me llamo Javier..." jajajaja
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