El viaje
"No hay dónde no ser libre", se me ocurría mientras caminaba con mi mochila al hombro, mi vara ninja de ilusiones y mis ganas de no volver la vista a la torre. Mis botas de siete leguas bailaban de la alegría y del pánico.
Mientras, el Albián de la otra dimesión (ese que usté conoce) no se llama Albián. La presión no existe, ni los errores, ni los secretos, ni la necesidad de elucubrar. Las piezas del cuadro sabrá el supremo si calzaron, porque lo importante es lo que importa, y el resto qué importa. Sobre la víspera no había expectativa porque el camino estaba sembrado de migas de piedra, Gretel. Esa delgada fibra de comunicación interdimensional nos conecta aún: "No hay recuerdo más perennne que el de algo que no pasó".
Me detengo a leer: "Acá el fuego no congela y el hielo no abrasa. Población: 6'000 000 000". Me invade la desesperación, que en los humanos no es igual que el hambre porque animales no somos, y cuando estoy por comerme la camisa me lo recrimino: "sé un buen mono, mi rey, y comienza a columpearte".
Los hilos sobre los que nos movemos son peligrosamente delgados. Pero son muchos.
Mientras, el Albián de la otra dimesión (ese que usté conoce) no se llama Albián. La presión no existe, ni los errores, ni los secretos, ni la necesidad de elucubrar. Las piezas del cuadro sabrá el supremo si calzaron, porque lo importante es lo que importa, y el resto qué importa. Sobre la víspera no había expectativa porque el camino estaba sembrado de migas de piedra, Gretel. Esa delgada fibra de comunicación interdimensional nos conecta aún: "No hay recuerdo más perennne que el de algo que no pasó".
Me detengo a leer: "Acá el fuego no congela y el hielo no abrasa. Población: 6'000 000 000". Me invade la desesperación, que en los humanos no es igual que el hambre porque animales no somos, y cuando estoy por comerme la camisa me lo recrimino: "sé un buen mono, mi rey, y comienza a columpearte".
Los hilos sobre los que nos movemos son peligrosamente delgados. Pero son muchos.
Comentarios
Que bestia como lo quiero Sr. Oscuro